LA CUESTIÓN DE LA CRÍTICA

E aproveitamos o momento inclusive para uma ''auto-crítica'', dobrando (à maneira do governo francês) nossa outrora altiva espinha num escancarado contorcionismo muito semelhante à humildade, mas que se trata de outra coisa. No mais, qualquer mágoa ou ressentimento residual deve ser trabalhado do ponto de vista do discurso. Digo: é apenas a maneira portenha de se falar.

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Nuestra crítica, siguiendo a Barthes, es sencillamente un discurso sobre otro discurso, con todas las implicaciones y consecuencias que ello tiene.

De ingenuidad y adanismo presentes en ciertos métodos:

Han contribuido a hacer creer a sus defensores que las cuestiones que plantean les incumben a ellos en tanto su manera de acercarse a la política signica más que otras. A menudo olvidan cuánto se deriva de la naturaleza y de las propiedades de esa misma política que en ocasiones solo aparece arrumbada, a lo lejos, entrevis-ta detrás de otros debates o lenguajes periodísticos. Cabe plantearse si los paradig-mas teóricos, las diversas escuelas críticas, o solamente enfoques, presentados didácticamente en forma historiada y sucesiva, han de actuar de manera caini-ta entre sí o más bien colaboran con una idea clara de cuál ha de ser su obje-tivo último12 en que 

Con razón o sin ella, creemos poseer una noción aproximadamente clara de qué es ciencia política, de qué es religión y de qué és futbol. En cambio, no gozamos ni de lejos de claridad pareja respecto a qué es CRÍTICA y a… muchas otras cosas. Se trataría, pues, en este ensayo de no eludir aquella pregunta sino de responder frente a frente.Implícita en esta propuesta, la noción de CRÍTICA se asoma como un asi-dero necesario tras el cual se vislumbran afirmaciones que,, pese a su perini, -dad, nunca son totalmente satisfechas: todas las que se derivan de la conexión entre MÉDIO y FINES , así como la necesidad de que la CRÍTICA en su funccion ancilar nos devuelva una y otra vez al punto de partida. Saber qué es política es inseparable de saber por qué se hace política. Así pues, también este argumento tiene su reverso ya que los problemas de la crí-tica son problemas de la política, y esto remite a una circularidad muy apro-vechada por las corrientes postmodernas de operadores de mercados financeros.

K.M.